Video en vivo con nuestra experiencia acampando en Dreamville
Este fin de semana fue de esos fines de semana que, sin planearlo, se junto parte del Tomorrowland Crew 2016, específicamente, los amigos con los que compartí la tienda de campaña este año en el festival de música electrónica más grande del mundo en su área de camping, Dreamville, ellos fueron Miriam, Karla, Miguel y María.
Dado que el Tomorrowland Crew se compone por todos los mexicanos y latinos con los que acampé, denominaremos como El Dreamville Crew a mis queridísimos amigos con los que compartí durante 4 días la tienda de campaña y con los que me puse de acuerdo, desde Enero que fuimos comprando las entradas para este evento, para acampar en Tomorrowland, ellos son: Miriam, Karla, Miguel, María, Ixhel y Shanti de Festival Passport (¡Síganla!)
Cuando adquirimos las entradas, nos daba muchísima emoción saber lo que venía, tienes una adrenalina impresionante cuando logras adquirir tu entrada y, una vez que lo logras, no piensas más que en ver cómo va a estar la onda del camping, qué puedes llevar para innovar, piensas en algo que cause emoción, o lo que tú quieras. Además, como logramos coincidir este año todos, realmente queríamos pasarla increíble en el evento y, ¡claro! se nos ocurrió: ¿Y si llevamos una tienda de campaña donde quepamos los 7? Eso estaba medio cañón, tenía que tener una tienda de campaña muy grande porque, además, cada quién traía bastante equipaje, eso de viajar ligero no se nos da, ¿Cómo le hacen para viajar ligero? A la fecha me lo sigo preguntando.
Total, dado que María llevaba un año viviendo en España, ella comenzó a comentarme detalles de la tienda de campaña, dónde convenía comprarla, cómo podíamos enviarla y cosas así porque, aceptémoslo, por más que uno viaje, la sabiduría de una persona que vive en otro país es mil veces más amplia que la de un viajero, desde mi punto de vista. Con Shanti me reunía periódicamente para ver detalles de tiendas de campaña, compartíamos imágenes, opciones, veíamos qué tan bien íbamos a caber o no y yo compartía todo también con Miriam, Karla y Miguel para compartirles opciones que veíamos hasta que, entre todos, optamos por LA TIENDA DE CAMPAÑA. Una tienda de campaña que nos encantó porque, en verdad, la descripción enamoraba y, al parecer, no íbamos a tener problemas para dormir cómodamente y acomodar nuestras cosas. Decidí pagarla y empezar a coordinar el envío.
En fin, llegó la fecha y empezaron los ¡neeeervios! Al “parecer” y digo “al parecer” la tienda de campaña era un paquete, pensé yo, medianamente grande, pero que cualquier persona podía cargar, “pensé”, así que, como María estaba en Europa, coordiné con ella cómo podíamos hacer el envío y me comentó que un amigo de ella que vivía en Bélgica podía recibirla, PERO, teníamos que ser muy precisos en la fecha del envío, porque, obvio podía recibirnos la tienda, pero también iba a ser un abuso mandársela meses antes y que le estuviera estorbando en su casa, ¡totalmente de acuerdo! Entonces, calculando la precisión del viento, la posición de saturno, el ángulo de la luz del sol con la luna y la altura de las mareas nocturnas en las noches de luna llena, escogimos la mejor fecha para pedir la tienda de campaña, mandarla a Bruselas, que la recibiera el amigo de María que vivía en Bélgica unos dos días antes del evento y que María llegara a tiempo a Bruselas; es decir, un día antes de entrar a Dreamville, para recogerla y llevársela a Dreamville.
ASÍ COMO LO LEYERON, MARÍA FUE UNA MUJER CHINGONA, LUCHONA Y CABRONA y ella dijo: Yo me llevo la tienda de campaña desde Bruselas a Dreamville y en México todos aplaudimos, ¡Bravo María! porque todos los demás veníamos desde Londres y llegábamos a Dreamville durante la mañana, realmente no nos daba tiempo de llegar a Bruselas, recogerla y llegar a Dreamville, se nos iba ir todo el día. En fin, comenzaron “los problemas” y la parte emocionante, divertida, estresante, cagada, de la travesía de la tienda de campaña.
Me habló María a Londres, ella desde Bruselas el día miércoles por la mañana, un día antes de entrar a Dreamville…
María: ¿Rich? Tenemos un problema, yo te dije que iba a llevar la tienda de campaña, ¡No hay forma! Pensa 35 Kg, es más de la mitad de mi peso.
Rich: ¡No mames! No hay forma, María, ¿De qué hablas? Todos vimos las imágenes, era una una caja de tamaño mediano, el envío decía 15 Kg (máximo), ¿De qué estamos hablando?
María: ¡No, Rich! ¡Es Enorme! La caja está casi de mi estatura, ¿Qué voy hacer? Además llevo 2 maletas de 30 Kg.
Rich: ***le da un infarto*** ok, la mejor solución va a ser pagar un taxi para ti desde Bruselas hasta Dreamville porque va a ser una travesía que te la lleves en el tren hasta Boom y desde ahí hasta Dreamville.
María: ¡Ya sé! ¿A qué horas llegas a Bruselas mañana? Puedo esperarte en el anden del tren al que llegues, te doy la tienda y ya te vas con ella en el shuttle desde la estación de tren hasta Dreamville.
Rich: ¡Me parece perfecto! Todos vamos en ese tren y ya entre todos la cargamos y nos la llevamos.
María: Listo, así le hacemos.
LLEGÓ EL JUEVES, EL GRAN DÍA DE IRNOS DE LONDRES A BRUSELAS Y LUEGO A DREAMVILLE
María: ¡Rich! ¡NO HAY FORMA DE CARGAR ESO! es MUY grande
Rich: No inventes, ¿Cómo? La imagen en Amazon era de tamaño mediano
María: ¡Rich!. ¡No! Es muy grande
***todos pensaron: ¡Qué exagerada María!***
Rich: No María, paga un taxi, por muy caro te debe costar 100 € desde Bruselas a Dreamville, somos 7 personas, podemos pagar el taxi entre los 7 y así nos sale económico a todos, tipo de a 14 € cada uno.
María: ¡Espera! Ahorita te marco…
Colgué con María y ya no supe noticias de ella, estaba viajando de Londres a Bruselas por el eurotunel, entonces, estuve como 1 hora sin conexión dado que no llegaba la señal telefónica. Una vez que recuperé la señal recibo un mensaje de María:
“¡Rich! Ya chingamos, encontré una persona que también va a Tomorrowland y dice que me da ride con mis cosas, la tienda de campaña y conmigo jaja, te veo en Dreamville”
En ese momento dije: ¡wow! María se la fletó muy cabrón. Llegué a Bruselas y desde ahí, hasta que llegamos a Dreamville estuve al teléfono resolviendo un conflicto que tuvieron unos viajeros en China porque las autoridades migratorias chinas no los dejaban entrar al país, los chinos pueden ser molestos muchas veces. Llegué a Dreamville y en una línea telefónica hablaba yo con las autoridades chinas explicándoles por qué los chicos que estaban entrando a China, tenían que entrar sí o sí y si no lo resolvíamos en ese momento, casi casi que los deportaban y en la otra línea ya me marcaba María con otro inconveniente…
María: Rich, tú traes mi pulsera, no puedo ni siquiera acercarme a la zona de Dreamville porque toda la calle está cerrada, necesito que vengas a darme la pulsera porque ni siquiera me dejan estacionar y si no llegas ahorita, la policía ya nos dijo que nos llevan de aquí a no sé donde y nos quedamos sin nada, sin María, sin tienda de campaña y sin mis cosas jajaja…
Rich: ¡Ok! Voy por ti, ¿Dónde estás?
María: A fuera de la casa número 21…
Rich: *Con cara de confusión y de what the fuck* ah ok, y eso ¿Dónde queda?
María: mmm no sé, no sé si es al norte o al sur de Dreamville…
Rich: ok, ahorita busco… *Yo seguía al teléfono hablando con las autoridades migratorias chinas que hablaban bastante mal el inglés*
Caminé al norte de Dreamville como media hora y yo veía que la numeración bajaba del 100 al 60 y luego volvía a subir, ¡¡¡Dónde rayos estaba el 56!!! y seguía peleando con los chinos por teléfono. Le pregunté a un guardia de seguridad y me dijo que era más al sur de Dreamville, más allá de donde llegan los shuttles y me quiso dar algo en ese momento. Caminé muy rápido otra media hora para encontrar a María.
***ring*** ***ring*** ***ring***
María: Rich, ya nos va llevar la policía, ¿Dónde andas? No podemos llevar la tienda porque venimos con el carro y hay que irlo a estacionar
Rich: Voy corriendo, ¡ya casi llego! (En ese momento me acompañó el buen Lord Pichón, un buen amigo del Tomorrowland Crew a cargar la tienda de campaña y llevárnosla a la entrada de Dreamville)
Caminé y caminé y ¡por fin! logré ver a María…
María: ¡Rich! ¡Ve eso! ¡No estaba loca! ¡No soy una exagerada! (jajaja)
Rich: ¡Jesús! ¡María! ¡José! y ¡Beibi Yisus! ¿Cuántos cadáveres llevas ahí?
María: Pesa casi 40 kg la tienda
y era cierto, Amazon nos trolleo durísisisisisisisimo a todos y esa caja que yo vi “medianamente grande” era una caja del tamaño de una persona con una mega estructura adentro para montar una tienda de campaña para 8 personas pero que, en realidad, podrían entrar unas 12 personas, fácil, pero en realidad no calculamos las dimensiones, la tienda decía que para 8, eramos 7 y dijimos: ok, tiene un tamaño adecuado.
Rich: ¡No mamar! Es enorme, ¿Qué mierdas vamos a hacer? Ahorita la cargamos a Dreamville, pero ¿Quién la va armar? (Yo me declaro mentalmente discapacitado para armar una tienda de campaña)
María: No sé, tengo mucha angustia, no es lo que vimos en Amazon, en Amazon se veía muy feliz, ¡La publicidad traía unos amigos felices! No creí que fuera a ser tanto rollo…
Rich: Sí, pues yo vi que era una caja medianamente grande, creo que soy mentalmente discapacitado para calcular tamaños…
María: Sí, yo creo… Aunque yo tampoco y nadie creyó que fuera a ser así de grande…
Total, cargamos la tienda de campaña Lord Pichón y yo en lo que María iba con su nuevo amigo a estacionar el carro porque la policía ya estaba acosándonos y sacándonos de la calle de la entrada principal de Dreamville. Llegué con la tienda de campaña con mis amigos y Miriam, Ixhel y Shanti se quedaron así de NO MAMAR, ¡Qué compramos!, cabe recalcar que Miguel y Karla aún no llegaban a Dreamville, ellos venían en el party flight y todavía les faltaba una o dos horas para llegar a Dreamville. Todos estábamos esperando en la entrada para entrar todos juntos al camping y estar juntos.
Después de un rato llegó María, descansó y, al menos, hasta este momento, el “problema” parecía estar resuelto (¡ajá!).
Después de una hora, llegaron Miguel y Karla con el resto del crew y ya estábamos listos para entrar, ahora el gran problema era: ¿Cómo vamos a cargar aquel peso muerto? Todos traíamos al menos dos maletas y una backpack, despensa, bolsas con botellas de alcohol, otros ya no podían ni caminar, y aquello parecía una misión que iba ameritar dos vueltas dentro de Dreamville (caminar más, mucho más).
Entonces, Miguel, alias Maikel, decidió ser UN HOMBRE CABRÓN, LUCHÓN Y CHINGÓN y dijo: Llévense mis cosas, yo cargo la tienda de campaña y entre Shanti, Ixhel, Miriam y yo nos repartimos todas las cosas de todos y empezamos a caminar hacia Dreamville de forma rápida para poder apartar un lugar para colocar esa tienda de campaña.
Una vez que caminamos casi una hora para llegar desde la entrada de Dreamville hacia el área de camping donde había espacio, surgió una situación, el sistema de Tomorrowland no reconocía algunas pulseras de algunas personas y yo salí a auxiliar a varias personas y explicarles, tipo que algunas personas habían comprado paquetes de dos personas y el sistema decía que era de una persona, ¡nada grave! pero tenía que ir a la entrada para poder ayudar a las personas que tenían este problema y que así todos pudieran pasar para empezar a armar nuestras tiendas y empezar a pasarla brutal.
Mientras yo resolvía aquellos pequeños issues, Maikel decidió ser un hombre cabrón, luchón y chingón y dado que Maikel tiene el área cerebral de la creatividad bastante desarrollada porque es diseñador, empezó a armar la tienda de campaña sin ningún instructivo. Para esto, Shanti, Ixhel, Miriam y Karla fueron unas mujeres luchonas y cabronas y lograron apartar todo el espacio que se necesitaba para montar la tienda de campaña, defendiendo el espacio de la tienda con uñas y dientes, a capa y espada, valientes en su casa y en cualquier lugar (jaja), ¡ah! porque había unos extranjeros que querían quitárles el espacio, pero no era justo, ellas habían apartado primero.
No pasaron ni 30 minutos y toda la estructura de la tienda de campaña y la carpa ya estaban instaladas, ¡claro! Maikel es una luminaria, una rumbera, un erúdito, un Steve Jobs, un Mark Zuckerberg del armado de las tiendas de campaña. Había que acomodar los cuartos por adentro, las telas, las ventanitas y todo ello y, para eso, Miriam, Karla, Ixhel y Shan se pintaron solas, en menos de 15 minutos ya tenían todos los cuartitos armados, bien acomodados, bien arreglados y todo bien organizado. Específicamente Ixhel y Shan ya hasta tenían la despensa que se iba a ocupar para los 4 días en Dreamville y nos compartían de las cosas que ellas traían para comer o beber, la idea era ahorrar al máximo, entonces, todo lo que pudiéramos compartirnos que nos ahorrara euros, era excelente.
La tienda de campaña por adentro tenía 3 cuartos y un cuarto grande al centro. En un cuartito dormía Karla y Miguel, en el otro cuartito dormía Miriam y yo, y en el otro cuarto grande dormía María, Ixhel y Shan. En cada cuarto había espacio suficiente para poner nuestros colchones inflables y los sleeping bag, aquí, Shan e Ixhel tuvieron la excelente y maravillosa idea de que compráramos inflables de alberca porque eran chiquitos, delgaditos, no pesaban, cabían bien en las maletas y, al inflarlos, dormíamos muy agusto.
En el centro de la tienda de campaña cabían todas nuestras maletas acomodadas en fila. Estaba excelente, porque así cada quien iba a su maleta, la abría, sacaba sus cosas y no se amontonaban ni se encimaban unas cosas con otras, había suficiente espacio vital para que cada quién sacara sus cosas, comiera, tuviera su rutina de higiene personal y así.
En mis experiencias previas, Miriam y yo, que ya habíamos acampado en Dreamville, comentabamos que valía mucho la pena comprar los desayunos de Dreamville para que, después de un día de fiesta, solo fueras a servirte y comer. Entonces, eso hicimos, todos compramos los desayunos de Dreamville y era magnífico como nos levantábamos, le sonreíamos a la vida, y caminábamos en modo zombie hacia el desayuno para comer y contarnos las anécdotas del día anterior, los planes del siguiente día y las cosas chistosas que habíamos visto que pasaban en el festival.
Creo que el desayuno de Dreamville, con mis amigos, fue de las cosas más lindas y con más cariño que recuerdo de todo el festival. Al final del día, ¡claro! uno va por la música, para para conocer personas, para ver otros países, escuchar a nuestros DJ’s favoritos, meterte una fiestota como nunca en tu vida, pero creo que lo más valioso del festival es ese compañerismo y esos lazos que puedes hacer con personas que no conoces y cómo puedes forjar lazos más fuertes y duraderos con los amigos que ya tienes, esto último, fue lo que nos pasó a nosotros.
Al final de todo, tuvimos “problemas” y lo entrecomillo porque realmente no fueron problemas como tal, ya que los 7 armamos un increíble Dreamville Crew. Todos pusimos nuestro granito de arena para lograr que esa tienda de campaña llegara desde las bodegas de Amazon hasta la zona naranja de Dreamville donde dormimos por cuatro días y pasamos el mejor fin de semana del año y ¿No de eso se trata la amistad? De complementarse entre todos con habilidades que unos no tienen y otros sí tienen para formar un equipo excelente y una meta en común.
Ya dentro del festival unos entraban antes, otros entraban después, coincidíamos en escenarios, coincidíamos para comer, pero siempre regresábamos a esa tienda de campaña que guardará todas las risas, relatos y momentos chingones que vivimos en el festival, porque, más que la música, para mi, un festival se trata de pasar momentos increíbles con tus amigos, hacer nuevos amigos y formar memorias y recuerdos que van a durar toda tu vida y que cuando recuerdes, vas a soltar la lagrimita de taaaaan increíble Crew, ocurrencias y experiencias.
Y de eso fue de lo que nos estuvimos acordando este fin de semana que nos reencontramos sin planearlo. Ahorita ya todos estamos en México, María regreso de su intercambio en Madrid, Ixhel regresó a su vida en Francia y Shan está camino a uno de los eventos de música electrónica más grande del mundo (Amsterdam Music Festival) en el que sé que le va ir excelente y va hacer excelentes reportajes como los que siempre hace, pero sabemos que cuando volvamos a coincidir los 7, vamos a recordar todo con mucho cariño.
¡Ah! Casi lo olvido, en el Dreamville Crew nos hace falta un miembro importantísimo pero que decidió acampar con nosotros hasta el 3er día de Dreamville jajaja… Su nombre es Anthony y dado que el hombre es muy independiente y con un excelente GPS, él nos encontraba de repente ya cuando estábamos desayunando, o cuando íbamos a las regaderas, o en la noche ya cuando estábamos en la tienda de campaña, o en medio de la multitud en el set de (inserte nombre de un DJ aquí) y, ¿Por qué Anthony fue un miembro importantísimo del Dreamville Crew? Bueno, esa será la siguiente anécdota.
Y el post ya está muy cursi, derramando miel y así y por eso les dejo la tienda totalmente armada para que dimensionen lo que “sufrimos” cargando eso jaja… Toda una anécdota para recordar por mucho tiempo…
¡Nos vemos en el camino!
